LA
MONJA
Siendo yo hermanita
de la caridad
curaba a un enfermo,
joven militar.
Una noche a solas
me puse a velar;
me ha pedido un beso
"por la caridad".
Si un beso le daba,
si un beso le diera,
pero le adoraba
con todo el amor.
La madre abadesa
me compraba anises
y a mí me los daba
cuando estaba triste.
Casadita sí, eso sí,
pero monja no, eso no.
Maldita es mi madre,
que no me casó
con aquel moreno,
con aquel moreno,
que quería yo.
Si yo me casara
y tuviera un hijito,
yo le trataría
con mucho cariño.
Casadita sí, eso sí,
pero monja no, eso no.
Maldita es mi madre,
que no me casó
con aquel moreno,
con aquel moreno,
que quería yo.